Hoy en día, gran parte de nuestro trabajo depende de las pantallas: informes, correos y reuniones virtuales. Sin embargo, este uso constante puede generar fatiga visual, una molestia que, aunque parece menor, afecta nuestra productividad, concentración y bienestar general.

Haz pausas para que tus ojos respiren
Cada cierto tiempo, dale un descanso a tu vista. Aplica la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mira un objeto a 6 metros de distancia durante 20 segundos. Este simple hábito reduce la tensión ocular y ayuda a mantener la concentración.
Regla 20 - 20 -20
Cada 20 minutos
Tomate un descanso de 20 segundos
Mire un objeto a 20 pies (6 metros)
Ajusta tu entorno de trabajo
La iluminación es clave. Evita reflejos o luces directas sobre la pantalla y procura que el brillo del monitor esté equilibrado con el entorno. Un espacio bien iluminado y sin deslumbramientos favorece la comodidad visual.


Mantén una postura ergonómica
Ubica la pantalla a la altura de tus ojos y a una distancia de unos 50 a 70 centímetros. Esta posición reduce el esfuerzo ocular y previene molestias en cuello y espalda. Recuerda que una buena postura también contribuye al rendimiento.
No olvides parpadear y moverte
Durante la concentración, solemos parpadear menos, lo que seca los ojos. Parpadea con frecuencia y aprovecha cada hora para levantarte, estirarte y relajar la vista. Son pausas breves que reactivan cuerpo y mente.
